Nos encontramos ante una luxación de codo cuando la parte superior del húmero pierde el contacto con el cúbito y radio.
Existen dos tipos de luxación de codo:
La luxación de codo es una patología muy común en traumatología que provoca un dolor muy intenso.
La luxación completa es menos frecuente, ya que la fuerza en el impacto debe ser significativa. Así pues, la subluxación es más común porque la fuerza necesaria para sufrirla es mucho menor.
La causa principal de este tipo de luxación es una fuerte caída sobre la mano extendida. En estos casos, la probabilidad de que el húmero se desplace es muy elevada.
La práctica deportiva o los accidentes de tráfico también son los causantes de muchas luxaciones de codo, especialmente si el golpe sufrido es muy fuerte.
Los niños son más propensos a sufrir esta lesión, puesto que aún se encuentran en desarrollo y el golpe sufrido no tiene que ser tan fuerte para que se produzca la luxación.
Nuestro equipo se enfrentó hace unas semanas a una luxación de codo. Ésta fue provocada por un accidente doméstico con resbalón y caída. Tras realizar una serie de radiografías, se pudo confirmar la lesión.
El tratamiento quirúrgico no tiene una gran duración y no suele presentar complicaciones, puesto que se trata de una lesión muy común y el procedimiento es sencillo.
Tras la intervención, se procede a inmovilizar la zona afectada para asegurar que el hueso no se desplaza y facilitar así su recuperación. Tras pasar unas tres semanas con el codo inmovilizado, se da paso a un programa de rehabilitación en el que recuperar la movilidad y funcionalidad completa de la extremidad.